Estudiar un postgrado a través de una beca implica tiempo, esfuerzo, costos económicos importantes, perseverancia y una buena cuota de tolerancia a la frustración. Pero también la posibilidad de especializarse en un área de estudio, vivir en el extranjero, conocer otra cultura, viajar, etc. A través de una beca puedes ahorrarte una gran cantidad de dinero que, en la mayoría de los casos, marca la diferencia entre poder y no poder seguir estudiando. Además, es una buena escuela para aprender a llevar a cabo proyectos y desafíos en la vida.
A estas alturas, es necesario que puedas ir familiarizándote con algunos conceptos como postgrados, masters, doctorados, que te saldrán al camino con frecuencia. Para que empieces a ubicarte vale la siguiente aclaración: todo lo que se estudies después de tu primer título universitario (Leyes, Arte, etc.), constituye un postgrado, también conocidos como estudios de tercer grado. Dentro de los postgrados existen, diplomados (los más cortos y que casi no se consideran postgrados), masters, doctorados (los más largos), post-doctorados, etc.
Por otro lado, es importante que comprendas que “beca” y “postgrado” son dos cosas diferentes. Si bien es cierto que existen organismos que otorgan becas para estudios en determinadas áreas (ecología, economía, por ej.) según sus inclinaciones o campos en que se desenvuelven; por lo general, uno postula a una beca para obtener auspicio para cursar un postgrado independiente. En resumen, entiende por el momento que ganarse una beca es ganarse dinero, dinero con el que vas a poder estudiar.
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